La fiesta de la Virgen del Carmen no es solo la fiesta patronal de la parroquia Santa Maria de los Ángeles donde los misioneros del Verbo Divino han trabajado desde 1984, sino también la fiesta de El Alto, la segunda ciudad mas grande de Bolivia, con una población de 1.1 millón habitantes.
La devoción a la Virgen del Carmen tiene una historia larga en Bolivia. En 1851, el Papa Pio IX proclamó “Patrona de Bolivia” a la Virgen del Carmen. El año siguiente, el gobierno de Bolivia la ratificó. La Virgen del Carmen se hizo la patrona de Bolivia protegiendo al país y su gente. En 1948 el presidente Enrique Herzog promulgó la ley dando a la Virgen del Carmen el título: “Generala y Patrona de las Fuerzas Armadas de la Nación”. En 2011 la festividad de 16 de julio fue declarada Patrimonio Cultural y Religioso de Bolivia.
“La devoción la Nuestra Señora del Carmen es testimonio de la incidencia de la Madre del Señor en la vida espiritual y social de los bolivianos”
CEB
En 15 de julio de 2024, la ciudad vive la entrada folklórica que tiene mas de 60,000 bailarines y músicos demostrando sus talentos y devociones a la Virgencita. Cada año parece hay más gente que participan en la fiesta. Recordamos que la primera fiesta inició con solo cuatro fraternidades en 1984. Hoy la festividad muestra la riqueza cultural de Bolivia en que hay 65 fraternidades de conjuntos, 20 distintas danzas y 13 grupos autóctonos participando. Es un encuentro de fe, cultura y alegría.
La entrada empezó con una procesión religiosa en que los feligreses de la parroquia Santa Maria de los Ángeles acompañaban a la Virgen en oraciones y cantos. Una procesión solemne se refleja la participación y colaboración de toda la ciudad, desde los misioneros del Verbo Divino, catequistas, monaguillos, jóvenes y familias de la parroquia hasta las autoridades, dirigentes, y prestes de la ciudad. Es un símbolo señando la esperanza que podamos trabajar juntos en ciertas actividades.
En 16 de julio, el obispo de la diócesis de El Alto, monseñor Giovani Edgar Arana celebró la misa solemne en la presencia de los prestes y feligreses de la parroquia. En la homilía expresó monseñor que nosotros seguimos el ejemplo de la Virgen Maria para que nuestra parroquia/familia sea siempre “signo de unidad” y que cada día seamos mejores discípulos/as de Jesús. La misa se terminó con las palabras de agradecimiento de los prestes actuales y también la presentación de los prestes del próximo año.
Que la Virgen del Carmen nos acompañe y proteja siempre en nuestra vida.