En el año 2015 el Papa Francisco publico una carta encíclica con el nombre Laudato Si. El nombre salió del hermoso cántico que cantaba San Francisco de Asís. En este cántico Francisco recordaba que nuestra casa común es como una hermana, con la cual compartimos la vida. En el documento pontificio Laudato Si, el Papa escribía sobre el cuidado de la casa común.
Ahora en una nueva exhortación apostólica Laudate Deum,-“Alaben a Dios” en Español, Francisco escribe y reflexiona sobre todo lo que ha sucedido desde entonces. El documento fue publicado el día miércoles 4 de octubre 2023, la fiesta de san Francisco de Asís. En el párrafo 5 de Laudato Deum el Papa escribe lo siguiente;
“Por más que se pretendan negar, esconder, disimular o relativizar, los signos del cambio climático están ahí, cada vez más patentes. Nadie puede ignorar que en los últimos años hemos sido testigos de fenómenos extremos, períodos frecuentes de calor inusual, sequía y otros quejidos de la tierra que son solo algunas expresiones palpables de una enfermedad silenciosa que nos afecta a todos. Es verdad que no cabe atribuir de modo habitual cada catástrofe concreta al cambio climático global. Sin embargo, sí es verificable que determinados cambios en el clima provocados por la humanidad aumentan notablemente la probabilidad de fenómenos extremos cada vez más frecuentes e intensos”.
Con 6 capítulos y 73 parágrafos, Francisco da una respuesta a la crisis climática. El Papa dedica su carta a «todas las personas de buena voluntad sobre la crisis climática» a quienes encomienda el cuidado de la casa común.
En la introducción a su carta Francisco nos recurada que “nuestro cuidado mutuo y nuestro cuidado de la tierra están íntimamente unidos. El cambio climático es uno de los principales desafíos a los que se enfrentan la sociedad y la comunidad mundial”.
En el primero capítulo se habla de la crisis climática global, y de las resistencias y confusiones que existen entre nosotros, habitantes de este planeta.
Tenemos que recordar que aquí en Bolivia el año pasado hemos quemado 40% de la Chiquitania. Cada año estamos metiendo 40 billones de toneladas de dióxido de carbono en el aire. Y esta cifra no está bajando. El Amazonas ahora no es uno de los pulmones de la tierra produciendo oxigeno para el planeta. ¡El año pasado por causa de tantos incendios, el Amazonas está produciendo más dióxido de carbono que oxigeno!
También se observa tristemente en el párrafo 15 que las criaturas de este mundo han dejado de ser compañeros de camino para convertirse en nuestras víctimas.
En capitulo dos se habla de “Más paradigma tecnocrático” donde nos recuerda: “ Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo” (párrafo 23).
Siguiendo el documento y en el capítulo 3 nos recuerda sobre: La debilidad de la política internacional. Francisco habla sobre la situación política a nivel mundial. Y termina este capituló diciendo “Ya no nos servirá sostener instituciones para preservar los derechos de los más fuertes sin cuidar los de todos” (párrafo 43).
Capitulo cuatro hace un vistazo sobre Las conferencias sobre el clima. Francisco analiza las cumbres del medio ambiente que se han celebrado, desde Río de Janeiro (1992,) hasta Sharm El Sheikh (2022). El decía en párrafo 52 que «Los acuerdos han tenido un bajo nivel de implementación porque no se establecieron adecuados mecanismos de control, de revisión periódica y de sanción de los incumplimientos».
En capitulo cinco hay la pregunta ¿Qué se espera de la COP28 de Dubái?
Con la respuesta de que tenemos que esperar porque “decir que no hay nada que esperar sería un acto suicida, porque implicaría exponer a toda la humanidad, especialmente a los más pobres, a los peores impactos del cambio climático” (párrafo 53).
Finalmente en capitulo seis: Las motivaciones espirituales. El Santo Padre termina Laudate Deum recordando a los católicos las “motivaciones que brotan de la propia fe” para el cuidado de la creación. Nos recuerda que la Biblia narra que “Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno” (párrafo 62). Y concluye el documento diciendo: “Alaben a Dios” es el nombre de esta carta. Porque un ser humano que pretende ocupar el lugar de Dios se convierte en el peor peligro para sí mismo”.
Vale la pena leer y reflexionar sobre este documento, no solo a solas sino en grupos. Recordamos que la primera palabra de Dios es la creación; “Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno” (Génesis 1, 31).