Un Regalo Especial Para La Familia
Esta es la historia de una pareja que vivían muy felices, tenían un hijo de 10 años y una hija de 8 años. Cierto día la madre estaba en el hospital, esperando poder dar a luz a su tercer bebé, su esposo al enterarse que su hija nació con algunas complicaciones y que pronto moriría, decidió decirle a su esposa que la niña había nacido muerta, con la intención de evitar el sufrimiento posterior de su esposa.
Después de tres años, la esposa había notado que su esposo acudía continuamente al hospital y sospechaba que su esposo ocultaba algo. Al ser descubierto después de unos días, su esposo le confesó que su hija estaba viva, pero que su estado era muy delicado porque sufría del corazón y un retraso mental, su esposo había cuidado a su hija durante los tres años con el apoyo del hospital.
Entonces juntos decidieron llamarla Ángela y se la llevaron a su casa. Todos los niños de su barrio se burlaban de Ángela, la trataban como si fuera una loca. Cierto día su hija mayor le pregunto a su padre ¿por qué nació Ángela así y por qué como mi hermana? ¿Por qué no nació en otra familia? El padre muy cariñosamente le contestó, hija Dios sabe lo que hace, Ángela es un regalo especial para nosotros y necesita una madre que la ame mucho, un padre que le brinde mucha atención y unos hermanos mayores con quien ella pueda jugar y ser feliz en este mundo. Desde entonces, toda la familia amó mucho a Ángela, quien despues de un corto tiempo murió, rodeada del amor de toda su familia.
Este fue un padre como San José, esposo de María, de la que nació Jesús llamado Cristo.
Dios nos habla
Mt 1,1-17
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:
Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David.
David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia.
Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo.
El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce generaciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
Reflexionamos
Mateo al inicio de su evangelio trata de mostrar que Jesús es el Mesías esperado y que Dios condujo la historia hasta su llegada. Por eso presenta una larga lista de los antepasados de Jesús. De hecho es una genealogía de José, que al recibir a María asumió la paternidad legal de Jesús y con ello le dio todo su linaje. Entre los antepasados legales de Jesús hay personas célebres como los reyes o sumo sacerdotes… Hay también personas corrientes y humildes. Todos ellos tienen un lugar importante en la historia de la salvación. Así es también en nuestra historia personal y familiar. Tenemos antepasados que quizá por ser más conocidos se hicieron referentes en nuestra historia. Pero tenemos también las personas (y son mayoría) que de forma invisible, desde sus decisiones cotidianas, forjaron lo que somos hoy.
Andres Pesta, SVD
Dialoguemos
¿Qué lugar tiene San José en la historia de Jesús?
¿Quiénes son esas personas – familiares o no – que de una manera decisiva influyeron en nosotros? ¿Qué valores nos trasmitieron?
Pensemos en todos nuestros antepasados… Agradezcamos a Dios por cada persona que forma parte de nuestra historia familiar y comunitaria, pero también por las personas “diferentes” que fueron un ejemplo para nosotros.
¿Qué compromiso concreto cotidiano puedo asumir en este tiempo de Adviento (en mi familia, vecindario)? ¿Sabría hacer algún bien sin que los otros se den cuenta que soy yo?
(para niños): Colocamos en nuestro pesebre la primera imagen – la de San José…
“Todos pueden encontrar en san José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad. San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. A todos ellos va dirigida una palabra de reconocimiento y de gratitud.”
Papa Francisco, Patris Corde, Intr.